jueves, 5 de enero de 2012

(estoy en un polígono industrial, es de noche, al fondo se ven las luces de una autopista, estoy en mitad de la nada, un coche frena y un hombre, charles burns, me pregunta cómo llegar hasta allí, le indico, me lo agradece, me da una tarjeta de color rojo, su nombre es ramon toll, sale su número de teléfono, dice que tiene un bar, las letras son amarillas y borrosas, es un defecto de impresión)

(tecleo su teléfono en google y ramon toll se llama vicenç y se prostituye, tiene una bonita polla circuncidada, ese número también sale asociado a una librería en vielha, una librería moderna donde también puedes tomar café)

(estoy en vielha y camino hasta esa dirección, charles burns o ramon toll o vicenç está llorando en una mesa, estoy cansado de mentir, le acaricio la nuca y me da la mano, tiene los cristales de las gafas llenos de lágrimas, despierto)

(mitad de la nada: recuerdo cuando viajaba a sevilla, el tren nocturno cruzaba desiertos sin apenas luz. cuando dejas atrás tarragona y lleida, hasta zaragoza sólo hay un agujero y, después, hasta madrid, el vacío, de vez en cuando un pueblo, madrugada, ése es el paisaje del sueño)