martes, 20 de diciembre de 2011

(una chaqueta de lana que apesta a viejo, manzanas amarillas, un pastel en el horno que se acabará quemando por los bordes, melocotones en almíbar, correos electrónicos desde hace días y los pies helados)

(volver a escribir: un sábado en stroika, la sala llena de gente es ver fantasmas todo el tiempo, cuerpos que atraviesan otros cuerpos y música vacía, penumbra para no acabar un gintonic, ginebra azul y el vientre lleno de helio, la puta cena envenenada)

(porque hablamos en la puerta de ese bar y de ese otro, fumando encogidos por el frío. en el lavabo de uno de ellos coincidiré con ewan y nos saludaremos efusivamente: detrás de la puerta de las chicas estará escondido pablo escobar y la puta colombia entera, todos en un gran estado de forma)

(las caras se deforman, prótesis de las emociones primarias, perfiles detrás de besos, bocas grandes, movimientos rítmicos, fórmulas de despedida como cicatrices de una torpe cirugía estética. lunes, martes otra vez, el combate cotidiano, la trinchera, la música de vivaldi, de the men, las cosas que estallan sin que podamos controlarlas, los pasos que se pierden antes de volver a casa)