jueves, 25 de agosto de 2011

(sudo como el puto schortsanitis, como si fuera un negro de ciento cincuenta kilos y dos ocho, camisetas empapadas bajo los focos del parque, familias en las gradas, latinos que discuten a gritos en la pista de al lado, la de fulbito, movimientos rápidos, balones que cambian de mano y ruido de cadenas cuando entran limpias, son las once de la noche y no importa, nada importa porque uno cruza la zona, recibe y, sin botar, lanza, cayendo, media vuelta a seis metros, la pelota negra describe un arco infinito, estalla en el aro y sale despedida hacia la nada, no hay un plan b, no hay nada después de eso)