domingo, 28 de agosto de 2011

(a propósito del encanto de las repeticiones: las mismas películas, las mismas canciones, las mismas calles y las mismas personas, los mismos pasos de baile, las mismas palabras para decir y escuchar, los mismos días, las mismas noches, las mismas mentiras, las mismas verdades, los mismos puñetazos en la boca desde que despierto hasta que me caigo de espaldas)

(un temblor de parkinson que fuera tan, tan rápido que al final sólo existiera la quietud. awakenings, de penny marshall)