lunes, 30 de mayo de 2011

sueño una ciudad que no conozco, un hombre me pregunta cómo llegar a un sitio, una plaza, sé que está por allí y le indico, es alto, de mediana edad, con el pelo teñido de rubio, bronceado de uva, boca operada y tensa, insiste en conversar, pregunta, respondo apenas, se acerca demasiado, me resulta sexualmente violento, ha oscurecido, intento alejarme por una calle empedrada, el hombre me sigue, cojea, a la izquierda hay edificios con entradas iluminadas y verjas y setos bajos y cuatro escalones, el hombre me insulta, hijodeputa, hijodeputa, se masturba mientras camina con dificultad, despierto, son las dos, apenas he dormido una hora, algo más, es lunes, la vuelta al día en ochenta mundos