lunes, 14 de febrero de 2011

me encuentro con pilar cerca de su casa y un niño pequeño camina detrás de ella, la saludo, la beso en la frente, sonríe, apenas hablamos, el niño concentra toda nuestra atención, es una personita preciosa que me toma de la mano y me enseña dónde vive, ahí la abuela, ahí mamá

mamá espera con las bolsas del supermercado en el escalón de la puerta, las llaves en la mano, siento vergüenza, despierto

camino calle abajo, compro chocolate en el caprabo de la calle balmes, camino pesadamente hacia casa por la calle cot, después calvari, estrella y sant joan. intento pensar en qué momento he despertado, si lo he hecho alguna vez

(lloviznaba a mediodía, es bonito un lunes así. sueño con un pasillo de puertas a la izquierda y amplias ventanas a la derecha —entreabiertas, con naves industriales a oscuras al otro lado—, un hombre viene hacia mí, un chaleco rojo, pantalones grises, camisa blanca de manga corta, calvo, canoso, siento miedo porque esa persona no debería estar allí, despierto, creo que despierto, se mezcla todo y ya no distingo nada)