martes, 11 de mayo de 2010

los titulares de los periódicos se llenan de muertos que ignoramos porque somos incapaces de mirarles a los ojos, de sufrir sus llagas y su ahogo. pienso en todos esos correos de spam que recibo cada día, llenos de palabras al azar que esconden una poesía extraña y ciega. pienso en todos esos muertos y esas palabras, unidos por una línea que oscurece como el día. pienso en mis vacaciones en menorca hablando inglés en la piscina con ben howe. pienso también en las primeras flores del manzano del jardín y en las tardes calientes en el estudio. pienso en la cola en el supermercado. no tengo monedas de diez céntimos, dice la cajera, te lo tengo que dar todo así, llenándote la mano

(ciento dos cuerpos, dos coches bomba, toda la viagra que te quepa en la polla para sonreírle al futuro)