sábado, 29 de mayo de 2010

hago grandes planes cuando bebo. el alcohol me abre las puertas de la jaula y así es fácil emprender viajes, acariciar pieles, casi cualquier cosa que me proponga porque soy el rey de todas las fiestas. a medida que el efecto euforizante de la droga desaparece, vuelvo a ser el mismo animal manso regresando a la celda con el rabo entre las piernas. es una situación perfecta que se repite una y otra vez, quizás no habrá final

las manos vacías un sábado por la mañana. el mismo bucle de noticias que se reproduce en la televisión antes de apagarla. el mundo asusta y ayer los pixies tocaron todas las canciones que me gustan

la candela está llena de pulgones, con las hojas caídas y los tallos blancos. míriam ha olvidado regarla, probablemente durante semanas. la candela muere lentamente mientras ahí fuera hace un sol precioso y yo me masturbo pensando en vete tú a saber qué mierda