jueves, 29 de abril de 2010

un partido de fútbol que es el partido de fútbol, escríbelo con mayúsculas y neones. la sensación de haberlo dado todo, dentro y fuera del campo. volver a casa y pensar en daniel johnston, en el vacío lleno de demonios de los que arañan y te dicen todo lo que tienes que hacer y a quién tienes que odiar y a quién el miedo y el amor. imágenes borrosas en un pequeño televisor programado para apagarse a la una, sábanas moradas, penumbra y olor químico desde que pinté la habitación. soñar con una mujer con diamantes en los bolsillos, una habitación de hotel, no quiero que te vayas, una ciudad olvidada y el despertador a las seis y media

hoy el mundo está en silencio y está bien, aunque tengo los dedos llenos de heridas, untados con declobán crema, pringándolo todo. es una sensación incómoda, como de ciénaga, que mancha un poco el aire de la mañana de un día que podría ser de puta madre