domingo, 28 de marzo de 2010

sueño con otro tren, con la misma ciudad. camino por las mismas calles pero me cuesta reconocerlas. todo está más limpio, más blanco, más aséptico, menos doloroso. encuentro gente que me saluda y que no consigo recordar. sé que he vuelto a casa pero ya no sé qué hago allí. llego una vida tarde y despierto: hoy se cambiaba la hora

sueño con un pastor albanés y su hija. estamos los tres encerrados en una habitación llena de armarios metálicos hasta el techo. también hay un perro al que el pastor intenta dar de comer. hay una olla con arroz, verduras y carne de pollo, todo demasiado caldoso. el perro se resiste y remolonea. el pastor y su hija discuten entre ellos en una lengua que no entiendo. estoy sentado en un rincón. el pastor vuelca la olla en un barreño pequeño en el suelo. me acerco al animal y lo abrazo, cojo trozos de carne y se los doy en mi mano. el perro come lentamente mientras le digo mi vida, mi vida

leo coches abandonados, de tim lane, "el gran drama mitológico americano", como el mismo autor nos describe en la página cuatro. más tarde, en la página once, escribe "fuera, las fachadas de los viejos edificios de ladrillo rojo relucen con un rojo brillante. de hecho, resultan casi anaranjadas, enyesadas por el sol del final de la tarde. dos personas bajan por la calle diez en dirección a geyer. puedo oírlos. hablan de mugre y de cementerios. hablan de cosas que flotan en el inodoro. personifican las cosas de las que hablan. me paso los días aquí, en este desvencijado apartamento junto a las vías del tren, pero es como si viviera en las tripas de una ballena y esa ballena se muriera, varada en una playa de alguna parte. hay humo por todas partes. he arrancado los detectores porque fumo como un neurótico. ya no me importa. me estoy convirtiendo en algo que no era, o quizás en la acentuación de algo que siempre he sido pero que, en otras circunstancias, nunca se habría revelado con la misma autenticidad. me estoy volviendo loco. este documento cuenta la evolución progresiva de mi locura"

leo coches abandonados, de tim lane. en la cocina, la sopa de remolacha hierve a fuego lento. después me quedaré hasta tarde viendo pulp fiction en cuatro. después pasará lo de los trenes y la misma ciudad y lo de llegar tarde, ampliamente tarde, o, sencillamente, no llegar