domingo, 14 de febrero de 2010

míriam y yo follamos en una habitación blanca. ella tiene el coño lleno de hierros que me hacen daño al moverme. en un rincón está sentado agustín fernández mallo, dándonos indicaciones sobre lo que quiere que hagamos. se acaricia por encima del pantalón hasta correrse con un gemido mínimo. sólo siento dolor. míriam tiene los ojos en blanco y está llorando. despierto, es domingo y me quiero morir