miércoles, 4 de noviembre de 2009

queda media hora en el estudio. otra vez la sensación de límite. treinta minutos para matar el tiempo de la manera que sea. me siento como un papel mal doblado

(queda media hora en el estudio, hace frío y el césped sigue estando demasiado largo. corro hacia el banderín de córner y me detengo un par de pasos por detrás de la línea blanca. ése es el límite y ése es el fin del mundo. el estadio está vacío, caen copos de nieve y soy incapaz de pensar. hay nidos vacíos de golondrina en casi todas las cornisas. mis números están bajo mínimos, unas estadísticas que son la renuncia a todo)