miércoles, 16 de septiembre de 2009

ese tipo de cosas siempre está ahí, como un millón de fantasmas que te seguirán arañando la espalda muchos años después de. puedes cambiarte de ropa, dejarte bigote, afeitarte la cabeza, empezar de cero en una ciudad diferente, exactamente como decía el marica de kavafis. puedes intentar olvidar las cosas que te emocionaban cuando tenías dieciséis años y sólo querías follarte a todas las chicas que iban a tu clase y a casi todas las madres de tus amigos. puedes hacer lo que te salga de la polla porque de esta trampa no se escapa nadie, no. o no ahora

pedro enciende la moto y el animal ruge. es temprano y tiene los dedos llenos de grasa. su imagen se desvanece en la memoria. puedo recordar que fumábamos porros en el rompeolas y que hacía un frío atroz al volver a casa. olor de cuero húmedo por las curvas del cementerio. puedo recordar a su odiosa novia y a todos sus cuñados, unos mierdas. puedo recordar a su hermana ciega. la hermana ciega de pedro vendía cupones. fantaseaba con ella y con su boca. follar con una ciega debe ser como follar con un animal que te estará esperando siempre, sin saber que realmente no estás. te tocaría, te acariciaría, te comería la polla como si tú no fueras la persona más fea del mundo. los ciegos son las personas más tristes cuando tienes dieciséis años, como ahora

todos mis amigos son chicos de buena familia, de colegio de pago. chicos que se peinan con la raya al lado, sacan buenas notas y se esmeran en hacer buena letra. chicos odiosos que lo entienden todo a la primera. el tiempo hará de ellos unos ciudadanos ejemplares, gente que creerá en las leyes del mundo. la gran mayoría de veces no sé qué pinto allí. no hablo su idioma, no nos interesan las mismas cosas, apenas confío en un par de ellos. confiar cosas mínimas, claro. todavía no lo sé, pero con el tiempo tendré que redefinir la amistad como concepto. ahora sólo corremos detrás de la pelota y nos observamos, estudiándonos como cachorros saltando al mismo tiempo: yo quiero ser como ese chico de allí, el de los pantalones de peto y las top ten en los pies

(el chico de allí, el de los pantalones de peto y las top ten en los pies, morirá años después de un infarto. morirte de un infarto con menos de treinta es algo que no suele entrar en las estadísticas. es algo que desafía la lógica. la gente especula con la farlopa que te podía caber en la nariz los viernes por la noche. la gente especula con un millón de cosas. a la gente le encanta especular por el mero placer de herir a los demás. no importa, porque xavi está pudriéndose y su novia le llora lágrimas de oro. a veces veo a su hermano y nos saludamos cortéstemente. a veces veo a su madre y sólo sé que nunca querría follar con ella. a veces veo a su exnovia y sólo tengo ganas de vomitar. su padre es director de banco o algo así)

los recuerdos vienen, se llaman los unos a los otros como cazadores ante una presa fácil. soy una presa fácil de los recuerdos. soy una presa fácil de casi cualquier cosa que me aleje de la realidad. pedro arranca la moto. los pantalones demasiado ajustados y llenos de grasa. no me gusta pedro, o no físicamente. su novia nunca sonríe. los imagino follando. pedro no es mi amigo, ni lo era antes ni lo es ahora. pedro es de esas personas que han desaparecido del mapa. no tengo ni puta idea de dónde estará. tampoco me importa. me conformo con sobrevivir y para eso no necesito a pedro. hace casi veinte años de pedro

para sobrevivir tengo suficiente con algo de alcohol. el alcohol se mezcla con el amor y se convierte en algo pegajoso en los dedos. no puedo escapar de lo que soy. en el bar, josep juega en la tragaperras mientras el barça intenta vencer el cerrojo que mourinho ha tendido en la segunda parte. pienso en cómo sería acariciar su nuca, su cabeza rapada. pienso en sus manos grandes y en cómo mueve las caderas buscando un equilibrio inexistente, porque el equilibrio no existe cuando estás borracho. pienso en la gente que conozco desde hace un millón de años y sólo siento una profunda lejanía. a mi lado, míriam y javi y oriol. el final del partido está cerca y nada me une a nada porque no hay nada en el centro del campo, todos encerrados atrás, atrás