miércoles, 8 de julio de 2009

en cualquier dirección tienes un acantilado con su mar, su viento y su pésima poesía adolescente. caminar es buscar la ruina con los brazos abiertos. tardarás más, tardarás menos, pero la certeza de que todo se acaba está ahí, como un espejo que siempre dice la verdad

(hoy he vuelto a ver la flaqueza del bolchevique, de manuel martín cuenca. hoy he vuelto a leer shortcomings, de adrian tomine. he vuelto a coger un autobús, a trabajar ocho horas, a comer manzanas, a emocionarme con la historia de maría y pablo. la única manera de no despeñarme es ésa, es repetir actos hasta la saciedad. el riesgo es mínimo si ando siempre sobre mis pasos)

(emocionarme hasta quedarme sin corazón, sin palabras que decir, sin amor que darle a nadie)