domingo, 7 de junio de 2009

ventanas cerradas y siempre con el mismo paisaje anclado en el tiempo. pasillos infinitos, puertas que se abren a otras puertas, paredes pintadas de blanco, fotografías colgadas de cuando eras realmente feliz. la pérdida es un lugar físico, un lugar del que podrías establecer una cartografía precisa que chirriaría al superponerla a tu vida actual