martes, 5 de mayo de 2009

nubecitas de polen que el viento se lleva. las bicicletas, los niños, las plazas, la rutina del día hecha un nudo en la garganta

martes alterno quiere decir sesión de acupuntura, quiere decir dormir con el cuerpo lleno de agujas, el calor de la lámpara naranja, las medias verdades por sistema ante las preguntas de pablo. para él siempre estoy bien, siempre o casi siempre. me pregunto qué sentido tiene seguir con ésto. me duele el vientre y tengo agujetas en las piernas por el esfuerzo continuado. es como ser un puzzle al que le sobran un millón de piezas

míriam me recoge a las ocho. una cerveza en la plaza de la iglesia. la mesa de metal gastado. hablamos de trabajo. me sorprende su seguridad en las entrevistas porque yo sólo tengo miedo dentro de la cabeza

no sé en qué momento empecé a perder interés por todo. una pareja joven se besa en la mesa de enfrente. siento como si estuviera contra un cristal, con la cara aplastada, respirando mientras el mundo se empaña y acaba desapareciendo