lunes, 6 de abril de 2009

toda la pornografía que consumo acaba siendo la misma pornografía: cuerpos viejos y gastados, imperfectos, en secuencias de sexo oral y anal, pixeladas, desenfocadas, de baja calidad. el ruido de fondo ahoga los gemidos y todo se consume en un par de minutos. más no es necesario

leo algunas cosas sobre beatriz preciado. un discurso provocador y barato envuelto en seda de colores. me hago una paja mientras caliento agua para el té. cinco minutos de microondas a novecientos watios es más que suficiente para tener una infusión que me caliente por dentro. mi sexo es patético y no importa si soy hombre o mujer: he elegido extinguirme y no pasará nada porque nunca pasa nada

bajo un disco, el silent alarm de bloc party. escucho helicopter, escucho blue light, escucho luno, escucho cómo suena el teléfono y la televisión de fondo. un terremoto en italia, lost in translation en la segunda cadena, más de cien muertos, más de mil quinientos desaparecidos. bob y charlotte en un hotel, la historia de amor perfecta, apenas sin palabras. estamos tan solos que no necesitamos de ellas

hablo con míriam y me hace reír. escucho banquet. son las nueve y media de la noche y tengo los dedos llenos de heridas. hoy no podría tocar a nadie, de todas maneras