martes, 7 de abril de 2009

llueve. hemos salido antes del trabajo, como si a la tarde se le hubiesen acabado las fuerzas y todo el mundo quisiera salir corriendo de allí, dejando las luces encendidas y las persianas sin bajar. me quito los zapatos antes de entrar en casa. betty me mira desde su cesta mientras intento arreglar el paraguas. varillas como manos de viejo, agarrotadas y frías. me recorto la barba mientras espero que venga míriam a recogerme

(la televisión con un programa de mierda. dos mujeres lloran y se abrazan. el color de los sofás es estridente. pienso en bob, en su moqueta de color burdeos, en el avión de vuelta a casa, en los ojos de charlotte cuando se abrazan al despedirse. la pantalla sigue llenándose de gente y todos lloran. es asfixiante: lo que para ellos es felicidad, para mí sólo es impotencia)