martes, 17 de marzo de 2009

uno. durante un instante, josef fritzl se oculta de las cámaras detrás de un archivador azul. durante veinticuatro años, josef fritzl se oculta del mundo detrás de una cueva de cemento armado y aire oscuro, irrespirable. durante la vida entera, el minotauro finge ser josef fritzl, jadeando y sonriendo

dos. en mi memoria, sandra siempre tiene un vestido azul a rayas blancas y un millón de peces calientes en cada beso. su sexo esconde un coche bomba que no me pertenece pero que quiero mío, y sí, acariciarlo hasta que estalle

y tres. la primavera efímera, la brisa que amontona la mierda en las esquinas, las mejillas sonrosadas de las chicas a punto de romperse. es martes, el último de invierno. he quedado con juank en barcelona. cervezas en el manchester, la tarde fresca, el tren de vuelta a casa a las nueve y media y la alegría de sabernos vivos a pesar de todo