miércoles, 25 de febrero de 2009

jaume sariol tiene unos dientes nuevos, blancos y levemente nacarados en los bordes, unos dientes caros con los que morderle las tetas a su novia. prótesis con las que prolongar la vida hasta usurparla

(las encías desaparecen poco a poco con la piorrea. cuando quieres darte cuenta, tienes la misma boca que un muerto. cuando quieres darte cuenta, un dentista colombiano es quien salvará tu vida sexual)

mi boca en el espejo. mi boca abierta esconde un cielo rosa pálido. gusanos como los dedos de un niño se comerán la mucosa y todo lo blando y húmedo de mí. pienso en esas cosas cuando me desnudo y espero que salga el agua caliente en la ducha. cuento hasta veinte. siento una presión grande en la nuca y calor en los ojos. pienso en esos gusanos cada vez que me deshago en un charco de sangre y moco. pienso en el retrato de inocencio x, el cuadro de velázquez. pienso en el aullido atroz que le arranca bacon. pienso en mis encías sangrando cada vez que me lavo los dientes, en jaume sariol sin dientes, sonriendo a jirones, encerrado en ese espejo que no devuelve mi imagen, que debería ser yo y no es