domingo, 14 de diciembre de 2008

páginas web en las que conocer gente. redes sociales en las que seguir perdiendo todo el tiempo del mundo. listados de caras con nombres sugerentes, breves descripciones, datos irrelevantes para empezar una conversación que desemboca en una ciénaga de tópicos. es como ir al supermercado hasta que tienes la cabeza llena de ofertas

(las relaciones se ponen al mismo nivel que los bienes de consumo: todo se compra, se vende, se cambia. el amor y el sexo son tan inmediatos como pagar unos zapatos o algo de comer. no le exigimos más que nuestra propia satisfacción. hoy alguien que no conozco me ha ofrecido su culo por trescientos euros. tú y todos tus amigos, los que puedan. necesito ese dinero, ha añadido. no he sabido qué decir)