sábado, 29 de noviembre de 2008

lo hago todo menos el sexo anal, dijo. por qué?, pregunté. el esfínter se dilata con la penetración, perdiendo fuerza en el músculo y, por tanto, capacidad de retención. no quiero que se me escape la mierda cuando tenga sesenta años, cariño. está bien, una mujer prudente, dije mientras me masturbaba hasta correrme. el sexo telefónico como aséptico sucedáneo del amor