martes, 26 de agosto de 2008

me dieron las tantas delante de la pantalla. la piel muerta de la espalda se me cae a trozos, dejando un rastro blanco por toda la puta casa. por más veces que me duche no se va la peste que me sale de dentro, ni que me lave los dientes hasta reventar la herida de la muela del juicio. tiene que haber una nube de metal oscuro ahí fuera, porque se ha hecho de noche en un instante. me hago una paja para matar el tiempo. es tarde para desayunar, es tarde para casi todo ya