lunes, 30 de junio de 2008

ayer terminé la carretera. el corazón deja de latir por un instante y a mi alrededor crece un invierno nuclear. busco información en internet. palabras, cifras, datos que se apoyan en gráficos. estadísticas que miden la muerte, la última muerte, la extinción definitiva, la que te hace escupir sangre aunque nosotros seamos los buenos

salgo a la calle. cruzo el puente que separa mi pueblo del pueblo de al lado a las cinco de la tarde. un calor asfixiante me resbala por las piernas. la luz que me hace cerrar los ojos. camino tan pesadamente que temo hundirme en el suelo caliente. me muerdo el labio inferior. si llego pronto a casa me haré una paja y beberé agua fría. el equilibrio tan soñado

esta noche hemos quedado con rafa. cena para ocho en el local. pizza y cervezas. regalo de cumpleaños. hay banderas españolas en los balcones. acabada la eurocopa, españa vuelve a ser el enemigo a vencer por cualquier medio necesario. quizás suene contradictorio, pero para mí no lo es: separo los balones de las bombas. sólo es sentido común, una pausa en la batalla