ha llovido todo el día
tengo un millón de botecitos de colores, llenos de pintura brillante y espesa. son tus recuerdos y tu felicidad, me dice alguien que no conozco. despierto con ese trocito de sueño todavía en la cabeza, enredado ahí, entre tanto desorden. pienso en mi felicidad, en lo que significa un impulso eléctrico, una voz al otro lado del teléfono, la mano de mi amigo y su boca cuando me besa. una canción de esas que tiemblan o los secretos que alguien me confía mientras la noche crece. preparo el desayuno y regreso a la cama. quiero que el día sea así, lento, tranquilo, una nebulosa lejana a la que huir, íntimo viaje interestelar
nada que ver con una película de kubrick, pero sí recuerdos bonitos brillantes como soles