domingo, 11 de mayo de 2008

doce horas durmiendo, fiebre y sueños obsesivos

(una bola de metal en una esquina, vibrando como si estuviera a punto de estallar. no hay manera de moverla, no podemos salir de la habitación. no conozco a nadie y una chica grita)

(sentado a horcajadas encima de un muro. a mi izquierda, una piscina sin fondo de aguas verdes y sucias. a mi derecha, la calle allá abajo, con gente diminuta y coches como de juguete. el vértigo no me deja moverme. voy a morir ahogado, voy a morir destripado en el asfalto. el muro no va a aguantar siempre, es algo que sé)

(ella se llama pilar y me enseña libros y postales en su casa. su abuela duerme acurrucada en un sofá. ella me abraza por detrás y me susurra postales de terciopelo, libros que robé, déjame enseñarte. me gustan sus uñas pintadas de rojo. es lo más cerca del amor que puedo estar con la camiseta empapada de sudor. buenos días)