domingo, 13 de enero de 2008

camino a la salida del metro. eh, tú, perdona, eres de aquí?, pregunta la mujer más bonita del mundo. sí, más o menos, respondo. la calle marquès d'argenteria, sabes cuál es? sí, creo que está por allá, y señalo en una dirección concreta, pasando la parada de metro, quizás la segunda por encima. ella pone cara de duda. también puedes preguntarle a un taxista para estar más segura, no sé, le indico. o en un bar, dice ella. sí, en un bar también está bien

es ridículo desearte suerte, pero sí, suerte

(justo en ese momento, dos calles por detrás, en un piso en el que se prostituyen cuatro inmigrantes latinoamericanas de diversas nacionalidades, michelle, la de las tetas grandes pero-no-tan-grandes, se esfuerza en hacer que se corra un tipo con tirabuzones de pelo negro en la espalda, todo por el ridículo precio de cincuenta euros la media hora de amor. él es un jabalí sin asar y ella tiene frío las más de las veces)