me siento en el borde de la cama. siento que la polla me cuelga hasta el suelo. jadeo. es viernes y he pasado los últimos tres o cuatro días en un limbo caliente y sudado. me noto la cabeza vacía, con ecos que no son míos dentro. soy incapaz de pensar, de entender, de esperarme
llaman al timbre. dos paquetes certificados. firma y dni, aquí y aquí y aquí también. me tambaleo en el umbral. tengo frío en las piernas porque voy en calzoncillos. me da lo mismo todo. dejo los paquetes en la mesita de noche y busco unas tijeras para cortar el plástico de uno y otro
en uno, maría y yo, persépolis y una postal de navidad de esas que te hacen un nudo de felicidad en la garganta. la letra redondita de lourdes, con dibujos de estrellitas para que todo brille más. también un amuleto de incienso que por ahora soy incapaz de apreciar porque tengo menos olfato que de costumbre. me sonríe el corazón
en otro, dentro de un sobre de la central, todo está iluminado. carmen netzel se cuela y me respira
mis regalos de navidad