lunes, 24 de diciembre de 2007

dormito en el tren de vuelta a casa, escuchando conversaciones que vienen de atrás, cerrando los ojos y dejando que me abrace un poquito el sueño. cena en casa, polvorones y jamón. no hay nadie en la calle y los coches están aparcados encima de la acera. los nietos de ángela cantan villancicos por la escalera. dos euros a repartir entre tres. el local abre a las doce y no sé si llegaré. el cuerpo me pide dormir, taparme entero, pensar en esa chica y construir una absurda historia de amor alrededor de la nada. y que mañana, cuando suene el despertador, tenga la bandeja de entrada del mail llena a reventar. así, buenas noches, feliz navidad