martes, 6 de noviembre de 2007

hablo con isa por teléfono. ambos compartimos enfermedad y un montón de cosas grande, además de un cariño infinito. hablamos de síntomas y dieta, de flora intestinal, de moco, de sangre, de heces. el mundo apasionante de las heces. se preocupa y me lo dice. la tranquilizo: ella me ha visto mil veces peor que ahora, pero no puede evitar intentar cuidarme un poco, a pesar de que no me dejo cuidar demasiado. pienso que para eso me basto y me sobro. quizás son ganas de no molestar, de pasar de puntillas, de no manchar el suelo. sea lo que sea, prefiero estar tranquilo en mi rincón, sin pensar en nada concreto y en todo al mismo tiempo, sin hablar apenas. juego con betty un ratito antes de escribir ésto. me gusta cómo huele y el tacto calentito de sus patas cuando me saluda poniéndose se pie. hoy es el primer día de encender la catalítica y ella tiene el morro suave y la lengua áspera

zumo de manzana, de zanahoria, de remolacha. zumo de todo a la vez con una pizca de jengibre. la manera dulce de querer a alguien y el sonido de la licuadora