lunes, 26 de noviembre de 2007

arde parís una vez más. las imágenes me llenan de paz. pienso en el fuego y en los hierros retorcidos y en la muerte. quizás haya un momento en que ese dolor grite tanto que acabe ensordeciendo estas calles, las de la ciudad donde vivo, donde respiro, anestesiadas en su idiotez sangrante. las mismas calles que vago cuando lo espero todo sabiendo que no sucederá nada, nunca, nada, nadie. una noche más, la revuelta y, de ella, la esperanza en cada llama