domingo, 21 de octubre de 2007

cenamos en el chino liu. ana, bambú, setas y arroz blanco. yo, soja y arroz frito. bebemos agua. hay poca gente y mejor así. creo que es la primera vez en diez años que cenamos juntos. ella tiene la necesidad de echar raíces, algo difícil para alguien que ha estado huyendo por el mundo desde que dejó de estudiar. me gusta escucharla y verla sonreír. no hablamos de rafa ni de toto, tan sólo de maría. parecemos una pareja como otra cualquiera si no fuera porque no lo somos. lleva un vestido rojo y una camiseta marrón. yo tengo frío y llevo un jersey de viejo azul y una chaqueta corta. la música de los restaurantes chinos siempre me ha parecido espantosa

pedimos postre. ella, plátano frito con miel, y yo, yogur con frutas rojas. creo que soy feliz. a través de la ventana del restaurante, las luces de la ciudad que se despierta a medianoche. es el momento de pagar

me acaba de hacer una llamada perdida al llegar a casa. todo está bien. buenas noches