domingo, 16 de septiembre de 2007

yo no necesito suerte, dice ella, la chica que alguien besaba en las canciones lentas de las discotecas

tú no necesitas suerte, respondo. está bien, entonces. porque yo sí necesito suerte, y necesito mucha. necesito tanta, que hasta para respirar necesito suerte

y me callo ya. de-otra-puta-vez