lunes, 17 de septiembre de 2007

ya no queda nadie en la oficina. soy el último en marchar, como casi siempre en invierno. ahora entra aire de lluvia por la ventana abierta. y una luz gris azulada. me siento bien, ausente, un animal tranquilo bajo la piel de

(apagar las luces, bajar las persianas, cerrar con llave. hasta mañana)