lunes, 27 de agosto de 2007

y

tengo varios días todavía antes de empezar a trabajar. días que se prometen sin muchas cosas que hacer. tengo también la cabeza muy vacía, tan sólo ocupada por un puñado de recuerdos bonitos: cómo caminaba esa chica, un niño jugando a la rayuela, un banco de peces, cuatro minutos en el cine, el sabor de tomates y ciruelas

(ellos se besan y acarician en la playa. es domingo y parecen la pareja perfecta. él ronronea mientras, a tan sólo unos metros, un chico joven hace flexiones perfectas. miro la escena, la aprendo. es un juego de espejos que no se romperán, al menos no hoy)