hace días, el mismo lunes
escuchamos a los shins mientras conduce edurne. las canciones son preciosas, brillantes, y todo es azul en el mundo que ellas dibujan. una filigrana de matices azules que se apagan y se encienden. al final de las calles, en medio de la nada, una feria. el infierno hecho bullicio y música y neones de mil colores diferentes. casi son las diez
ella aparca en un camino de tierra. daniel y yo volvemos a mear entre dos coches. todas las cervezas de antes ahora nos salpican los zapatos
el ruido ya no nos deja hablar y enseguida empezaremos a saludar a mucha gente, a todo el mundo, qué tal todo, qué tal tú