no hice nada. dormí, sudé, me pajeé, volví a dormir y bostecé. le puse el nombre de domingo, el día del sol
en el fondo, quería estar bien, pero no me salía demasiado
(las pelotas de colores se me chocan en el aire. las llamas se me ahogan en la boca. el cable entre edificios altos se rompe con sólo mirarlo. mierda de chiquillo equilibrista)